martes, 29 de mayo de 2007

Historia de un viaje

... ENTRE ÚBEDA Y BAEZA

Viernes 13 de Abril



15.30 Salida desde Sevilla rumbo Córdoba

17.00 Llegada Córdoba y cafelito

18.00 Salida de Córdoba rumbo Cazorla

21.00 Llegada a la casa rural en Cazorla.
Sábado 14 de Abril. ÚBEDA "Una Florencia entre Olivos"

09.00 Hora de levantarse, desayunar y arreglarse.

11.30 Llegada a Úbeda, Patrimonio de la Humanidad. Visitar la ciudad de Úbeda es trasladarse en el tiempo y viajar a otras épocas. Su importante pasado ha dejado en la ciudad huellas imborrables de su esplendor de antaño. Durante el Renacimiento, Úbeda alcanzó su plenitud y sus calles y plazas se fueron llenando de Palacios, Conventos, Murallas y Casas Señoriales. Los cuatro viajeros emprendimos el viaje con el objetivo de visitar las ciudades monumentales
de Úbeda y Baeza, y pernoctar en una casa rural situada en la localidad de Cazorla. Pero cada uno teníamos inquietudes diferentes y personales a la hora de visitar estos lugares. Es por ello que una de las prioridades de Mª José (historiadora, medio antropóloga, opositora y amante de las ruinas y todo tipo de piedras y chinos...) nada más pisar tierras ubetense fue la de visitar el Museo Arqueológico. Que bajo mi punto de vista, que en esta materia viene a considerarse nulo, la verdad estaba escasito.
Otros, sin embargo, como Alberto (historiador y experto en patrimonio, además de ser el más cofrade de los cuatro) prefería ver Iglesias, fotografiar las monumentales fachadas de cuánto palacio, casa señorial o plaza se cruzara con su objetivo. La misma finalidad tenía el constructor del grupo, Abel que es el fotógrafo que ilustra esta bitácora (aunque a veces le quitábamos la cámara para hacer nosotros las
fotos y que pudiera salir él). Lo más destacable de Úbeda se concentra en la Plaza Vázquez de Molina, la plaza que más monumento por metro cuadro contempla, y la segunda de España en número de monumentos. Uno de los mejores ejemplos de urbanismo renancestista que existen en el país. Y lugar ideal para comenzar el itinerario turístico por la monumental ciudad de Úbeda. Los edificios que podemos encontrar en la plaza son:
Palacio del Deán Ortega, Palacio Vázquez de Molina, Palacio del marqués de Mancera, Antiguo pósito, la Cárcel del Obispo, La Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares y la Sacra Capilla del Salvador del Mundo.

14.00 La hora de comer. Esta suele ser la hora más intempestiva, ya que el hambre aprieta y hay que cumplir con las necesidades básicas (las tres necesidades de "la María") Para ello hay que buscar el bar apropiado, con la carta y precio adecuado a las tres B. Una vez encontrado el sitio habiendo saciado nuestro apetito llega la hora del cafelito o heladito.


17.00 Emprendemos la marcha con el estómago lleno, el sol dando de cara y los pies algo cansados. Por lo que se nos ocurre la brillante idea de dar un paseito a caballo por la ciudad monumental. Durante algo más de media de hora y tirados por el noble "goloso" paseamos por esta ciudad llena de encanto descubriendo los secretos y anécdotas más destacables y que más curiosidad despiertan en los turistas. Supimos que la visita a Úbeda podría equipararse con haber viajado hasta la bella ciudad de Florencia (Italia), aunque rodeada de olivos. Supimos que no existen los Cerros de Úbeda: Alfonso VIII intentaba conquistar la Ciudad y la cercó, encomendándole a Alvar Fañez, "el Mozo", la vigilancia del flanco sur. El Rey no pudo lograr la conquista precisamente por los refuerzos que por el flanco sur recibieron los sitiados, ya que Alvar Fañez se había anticipado en varios siglos al precepto del Mayo Francés del 68 de "haz el amor y no la guerra", con una, (habrá que suponerla bella) ubetense. Alfonso VIII le preguntó luego que dónde estaba y "el Mozo" le contestó aquello de "por esos cerros de Ubeda, Señor". Entre otras cosas, también aprendimos que la expresión "puñalada trapera" parte de una disputa entre dos familias de nobles de esta ciudad.

CONTINUARÁ...



Texto: Mª Eugenia Serrano
Fotos: Abel Benavente, Mª Eugenia Serrano, Mª Jose Sánchez y Alberto Ramirez.

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