martes, 18 de septiembre de 2007

Relato de una fiesta

Era ses que se era, una mañana soleada, no con mucho calor y con predicciones de una jartá de reír. En un solar se reunieron dos individuos para la preparación de cierto regalo de cumpleaños. Iniciaron los preparativos en el vehículo, en los globos y en el regalo en sí.
Después de un largo rato, Abel y la Criticona salieron rumbo a Gines, allí les esperaba ya los demás miembros de grupo de celebración; Morís, León, Ángela, Carmen, Gustavo, Andrés, German y no me podría olvidar claro esta, de la principal estrella del día, la Viajera, que cumplía 35 tacos dos días antes.
Seguimos la ruta dirección al campo del León. Al llegar todos nos distribuimos con algún objetivo, de los cuales encender la barbacoa fue toda una autentica odisea, sin mechero y sin alcohol. Varios intentos fallidos de encender una servilleta con el mechero del coche hizo temernos lo peor, tener que ir a la gasolinera por un mechero original. Carmen encontró un mechero de los auténticos, de los que encienden de verdad y nos dio cierta alegría, mas que nada, por que el hambre empezaba a hacer mella en el animo y sobre todo en los estómagos. Les dimos fuegos a las pastillas, soplamos con el fuelle durante largo rato y en unos minutos la carne ya estaba en el asador.
La comida transcurrió sin mas motivo de sobresalto que la de intentar hacer comer sardinas a Ana, que tras varios intentos de Andrés, que le costaron sudor y sangre, consiguió dicho objetivo. El vino empezaba a hacer efecto, y tras varias copas, el grupo confundió a Ana, con la virgen de los Dolores, llegando a mecerla sobre una silla, cual virgen bajo palio, y hacer la imitación de entrar y salir de la iglesia con varios intentos favorables.
Los regalos empezaron a hacer presencia, uno de ellos fue la prueba del escondite, en el Ranger, que consistía en meter a Ana dentro del coche y ella debía de explotar todos los globos que dentro habitaban para encontrar otro regalo, una tarjeta y el muñeco de un pony. Otro de los regalos fueron, un muñeco de porcelana china..., unos pendientes y unas tarjetas que se cuelgan del techo.
Daban las tantas de la tarde cuando empezaba a bajar el grado de alcohol en sangre, y a subir el apetito entre los allí presentes. Fueron en aquellos momentos cuando apareció la tarta del cumpleaños.
Se soplaron las velas, y se repartió entre los congregados para tal acto una porción del dulce seleccionado en aquella tarde. Tras varios paseos por la finca, con visitas guiadas sobre el lugar principal de la aparición de un gato muerto, se empezó a recoger las sobras del fructífero y gracioso día de campo.
Todos los ocupantes de los distintos vehículos se despidieron entre sí, para volver a poner rumbo a casa, claro está, que cada uno a la suya, y dios a la de todos. Por lo cual aquel día que se esperaba soleado y con predicciones de una jartá de reír, no defraudo a ninguno de los asistentes, o por lo menos eso creo... Pd: Que la próxima vez que nos veamos no tenga que ser el año que viene para las mismas fechas, saludos para tod@s.

3 comentarios:

Maru Serrano dijo...

Yo me quedo con la frase de la tarde.
Dice el individuo X, tocándose la barriga:
- Yo quiero tener aquí una tableta de chocolate.

A lo que responde el indivuduo Y, mirándo los árboles del campo:

- Y yo el tronco del naranjo.

Muy buen cumpleaños, de los mejorcitos, por no decir el mejor, que he vivido junto a la viajera. Espero que le haya gustado la sorpresa de los globos. Desde las diez de la mañana soplando...

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Yo no sé qué tiene el campo de la familia del León, que hagas lo que hagas sale bien. Quizás vamos predispuestos a pasarlo a lo grande, o quizás la gente que nos reunimos estamos sobraos de guasa y arte. Lo cierto es que con esta han sido dos las veces que he ido, la anterior en un cumpleaños mio, y acaban siendo dias para recordar hasta la saciedad. Lo de "Santa Ana" no se va a olvidar en siglos.

En un principio me gustaría celebrar mi entrada en la treintena en el mismo lugar. Ya tendreis noticias de ello. Así que estais emplazados.

Por cierto el que suscribe es el que le gustaría tener una tableta de chocolate, jajajajaja

Buena crónica Abel. Con ella he recordado que tengo que comprarle el regalo a Ana, ¡¡¡qué vergüenza!!! Menos mal que ya nos conoce y nos aguanta, igual que nosotros a ella.

Saludos a todo.

La Viajera dijo...

La verdad que fue un dia estupendo.

Lo pase genial en la celebración, con todos y eso de que me confundieran con un paso de palio fue tremendo, pues cuando ivan para delante mi temor era comerme el techo.

Pero todo estuvo muy bien, esta año ha sido el mejor de todos, desde el mismo dia demi cumple.

En conclusion, todo el fin de semana.

Un Abrazo